Una vez que se contrae matrimonio nos es de aplicación un régimen económico matrimonial, siendo tres los regímenes: El régimen de gananciales, el de absoluta separación de bienes y el régimen de participación, siendo este último poco frecuente.
Es necesario saber que los cónyuges pueden elegir su régimen económico matrimonial otorgando lo que se denomina Capitulaciones Matrimoniales, que es un documento que se ha de otorgar ante Notario donde los cónyuges o futuros cónyuges determinan cuál de los tres regímenes antes citados quieren que les sea de aplicación. Dichas capitulaciones matrimoniales se pueden otorgar antes del matrimonio, o una vez casados, para cambiar de régimen y es un documento que se otorga ante Notario aportando un certificado de matrimonio y el libro de familia si el matrimonio ya se hubiere celebrado.
En la Comunidad de Madrid, así como en la mayoría del territorio nacional, si los cónyuges no optan por un régimen en concreto, les será de aplicación el régimen de gananciales.
Si es de aplicación el régimen de gananciales, se hacen comunes para los cónyuges las ganancias o beneficios obtenidos indistintamente por cualquiera de ellos, que les serán atribuidos por mitad al disolverse la sociedad de gananciales (Por ejemplo, por separación, divorcio, cambio de régimen matrimonial, etc.). Dicho régimen de gananciales comenzaría en el momento del matrimonio en la mayoría del territorio nacional o posteriormente al tiempo de pactarse en capitulaciones.
En este régimen de gananciales, como resumen, resultaría que los cónyuges tendrían bienes privativos que serían los que les pertenecieran antes de comenzar la sociedad de gananciales, los que adquirieran después a título gratuito (Por ejemplo, si me hacen una donación estando casado), los que se adquieran por resarcimiento o indemnización de daños y perjuicios ocasionados a la persona o a sus bienes privativos, las ropas y objetos de uso personal, etc.
Por el contrario, serían gananciales los obtenidos por el trabajo de cada uno de ellos, los frutos, rentas o intereses de los bienes privativos, los adquiridos a título oneroso con dinero común, las ganancias obtenidas del juego, etc.
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Una vez que se produce la disolución del régimen económico matrimonial de gananciales (separación, divorcio, otorgamiento de capitulaciones matrimoniales) los cónyuges podrán liquidar la sociedad de gananciales atribuyéndose de forma equitativa los bienes, derechos y obligaciones que existan.
Son varias las formas de liquidar la sociedad de gananciales. La primera de ellas es mediante el otorgamiento de una escritura ante el Notario al que se le aportará una relación de los bienes que forman el activo así como del pasivo, aportando los documentos justificativos. En dicha escritura notarial intervendrán ambos cónyuges y se repartirá el activo y el pasivo de forma equitativa según indicaciones de las partes.
Una segunda vía para la liquidación de la sociedad de gananciales es en los casos de separación o divorcio de mutuo acuerdo, aprovechar y en el convenio regulador proceder a liquidar los gananciales. En este caso será en el propio convenio donde se realizará el inventario de bienes que forman el activo y el pasivo y se distribuirán equitativamente. La sentencia que apruebe el convenio, al ser un documento público, se puede inscribir directamente en el Registro de la Propiedad en el caso de que existan bienes inmuebles, obteniendo con ello un gran ahorro ya que se evitaría el coste de otorgar una escritura ante Notario.
Por último, en los casos en que no se otorgue la escritura de liquidación de gananciales ni se produzca la liquidación a través de un procedimiento matrimonial de mutuo acuerdo, las partes podrían instar un procedimiento judicial específico para la liquidación de la sociedad de gananciales, una vez que haya sido admitida a trámite la demanda de separación o divorcio. Se trata de un procedimiento lento y costoso donde será el juez en base a las pruebas aportadas por las partes quien aprueba un inventario que conforme el activo y el pasivo, procediéndose posteriormente a su adjudicación a cada una de las partes. Se trata de un procedimiento que es aconsejable evitar por su elevado coste y duración en el tiempo.
La liquidación de la sociedad legal de gananciales, con atribución equitativa de bienes y deudas está exenta del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, así como de la Plusvalía Municipal.
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