¿En qué casos se deniega la custodia compartida?

La custodia compartida es un acuerdo legal donde ambos padres comparten la responsabilidad de cuidar y tomar decisiones sobre sus hijos, así como el tiempo de crianza. En este acuerdo, los niños pasan tiempo con cada progenitor de manera equitativa, promoviendo la participación activa de ambos padres en la vida y educación de los hijos.

denegar custodia compartida

En el complejo tema de las disputas legales sobre custodia, la búsqueda de equidad y bienestar para los hijos se convierte en el principal objetivo o, al menos, así debería ser. La custodia compartida, de forma cada vez más frecuente, se alza como la primera opción de coexistencia posdivorcio y se elige con la esperanza de proporcionar estabilidad y preservar relaciones familiares.

Sin embargo, no todas las causas legales son tranquilas y, en ciertos casos, los tribunales pueden optar por negar la custodia compartida. En este artículo, exploraremos los intrincados motivos de esta decisión legal, desde el funcionamiento de la custodia compartida hasta las circunstancias en las que puede ser denegada y cómo se puede abordar este delicado tema desde la perspectiva legal.

¿Cómo funciona la custodia compartida?

La custodia compartida en España se basa en el principio de igualdad parental y el interés superior del menor. Este acuerdo legal implica que ambos progenitores comparten la responsabilidad parental y el tiempo de crianza de los hijos, promoviendo así su relación con ambos padres.

Sin embargo, este escenario no siempre es viable, y es importante entender los factores que podrían llevar a la denegación de la custodia compartida.

¿En qué casos puede el juez denegar la custodia compartida?

Cada caso se estudia minuciosa y personalmente, pero estas son las causas más frecuentes:

Horarios incompatibles con el cuidado.

Si uno de los progenitores tiene horarios laborales que les impide estar en el domicilio para el cuidado del menor y no se demuestra la posibilidad de suplir su ausencia, no sería posible la custodia compartida.

En ocasiones, horarios laborales rotativos sin una programación clara por parte de la empresa, que incluyen turnos de mañana, tarde y noche, hacen difícil organizarse para cuidar a los hijos. Esto se agrava cuando las profesiones requieren viajes frecuentes, manteniendo a los trabajadores fuera de casa durante varios días, imposibilitando su presencia para cuidar personalmente a los niños.

Aunque padres y madres suelan recibir ayuda de terceros, como abuelos o personas de confianza contratadas, en la práctica no se tiende a otorgar la custodia a un progenitor que no pueda garantizar ese cuidado diario.

Estilo de vida desorganizado

Llevar un estilo de vida desorganizado por parte de uno de los progenitores, independientemente de las causas.

Excesiva distancia entre los domicilios de los progenitores

Si luego de un divorcio o separación, los domicilios de los padres quedan muy alejados, la custodia compartida puede volverse inviable. Es esencial considerar que los niños necesitan estar cerca de su escuela y de los lugares donde realizan sus actividades extracurriculares.

Esta situación dependerá del tiempo de viaje, la ubicación geográfica y la accesibilidad a través de transporte, siendo necesario analizar detalladamente cada caso específico.

Conducta violenta o condena por violencia de género.

Si uno de los padres esta condenado, incluso si es solo una acusación pendiente de juicio, la custodia compartida no será considerada, ya que existe una restricción legal en estos casos.

En el caso de un proceso penal en curso y si el padre o madre es absuelto, contarán con fundamentos sólidos para iniciar un procedimiento de modificación de medidas y solicitar la custodia compartida.

Menores lactantes

Es poco común que se acuerde la custodia compartida para hijos menores de dos años, independientemente de si son lactantes o no, a menos que ambos padres lleguen a un acuerdo mutuo al respecto.

Por motivos obvios, si un menor continúa con la lactancia materna, deberá ser así hasta que esta circunstancia cambie.

Falta de implicación en el cuidado durante la convivencia.

Si se demuestra que uno de los progenitores no ha estado involucrado, no optará a la custodia compartida. La solicitud suele hacerse para no pagar pensión de alimentos a pesar de que no haya interés real en el cuidado del menor.

Necesidad médica de especial estabilidad.

Si el niño sufre alguna enfermedad, puede que sea conveniente no cambiar de domicilio para el menor y esto deberá ser pautado por un equipo médico.

Adicciones o conductas inadecuadas de alguno de los progenitores.

Si hay indicios de un consumo excesivo de alcohol, drogas por parte de uno de los progenitores, no se recomienda que ese padre o madre con problemas de adicción tenga la custodia de los hijos.

En estas circunstancias, mientras persista la situación, se preferirá que los menores estén bajo el cuidado del otro progenitor y no se aconsejará compartir la custodia.

¿Cómo puedes probar que la custodia compartida no es la mejor opción en tu caso?

Si estás en plena disputa por la custodia y crees que la custodia compartida no es la mejor opción, debes consultar con un abogado especializado en divorcios y en temas familiares para que estudie tu caso. Se puede conseguir una custodia completa aportando:

  • Documentación detallada que pueda demostrar la falta de cooperación o conflictos significativos.
  • Informes de profesionales (psicólogos, profesores, médicos o asesores familiares) que respalden la idea de que la custodia compartida no es la mejor opción dadas las circunstancias específicas.
  • Pruebas médicas o terapéuticas sobre adicciones o sobre la salud mental o física (del otro progenitor o del propio menor).
  • Testimonios de testigos fiables que puedan atestiguar sobre la falta de idoneidad de la custodia compartida en tu situación.
  • Plan de crianza alternativo que demuestre que tú puedes abordar las necesidades del menor de manera más efectiva dadas las circunstancias.
  • Documentación que respalde la falta de disponibilidad laboral según el horario de la empresa.
  • Evidencia para determinar la distancia entre los hogares (por ejemplo, capturas de Google Maps).

Además, si los menores tienen 12 años o más, o siendo menores tienen madurez suficiente, es posible que se acuerde la exploración de los menores mediante un informe psicosocial para conocer cuáles son sus preferencias.